Camisea es una bomba
Fue así de claro y rotundo, pionero y valiente, el primer titular de Dignidad el 20 de mayo del 2002. Es decir, hace ¡7 años! Entonces los “especialistas” que hoy menudean de canal en canal, de radio en radio y de diario en diario, no abundaban. Hasta, acorde con la tradicional neumática nacional, casi nadie otorgaba interés al tema Camisea. Es suficiente con revisar otras carátulas de la fecha, de medios, y se constatará que el anticipo de que fuimos autores, tuvo alguna capacidad certera para leer la majadera entrelínea.
Raúl Wiener como sub-director y Pedro Flecha como jefe de Política, acompañaron esta aventura que me tuvo en la dirección.
Recordemos la entrevista que diera el ingeniero Carlos Repetto Grand sobre:
Irregularidades en el contrato de Camisea. Versión nunca fue publicada en El Peruano a dos años de su firma y virtualmente regala nuestros recursos energéticos.
“El llamado contrato del siglo el del gas de Camisea, podría convertirse en la más gigantesca estafa entre dos siglos. Los detalles de la gestión del contrato, de múltiples irregularidades, de curiosas precipitaciones y especulaciones, no solamente ponen en duda su validez sino que dan una mala imagen del Perú como país serio. A continuación declaraciones del ingeniero Carlos Repetto Grand, presidente de la Asociación de Cesantes y Jubilados de Petroperú y activo integrante del recién formado Consorcio por Camisea cuyo anuncio germinal se publica en nuestra edición príncipe.
Dignidad.- ¿Cuál es su apreciación sobre la empresa argentina Pluspetrol?
Repetto.- Pluspetrol es una empresa pequeña, inclusive en la Argentina donde Astra y Pérez Companc la superan de lejos tanto técnica como financieramente. Nos causó gran desilusión y extrañeza que la Copri la haya preferido, sin tener en cuenta los antecedentes de su competidora Total Fina Elf, la cuarta del mundo. En cuanto a las regalías la Copri cumplió con toda severidad los dictados de las bases referido al 37.24% propuesto como regalía por Pluspetrol, contra el 35.50% propuesto por Total Fina Elf, muy superiores ambos al 12% de la regalía base, calculada por la Copri que merecía al menos un comentario por la desproporcionada diferencia. Por otro lado, Pluspetrol es de todos conocido que no superó los requisitos precalificatorios, pero que igual le otorgaron esta fase crucial, que es la explotación del campo. Haber preferido Pluspetrol a Total Fina Elf, es como preferir un Tico coreano a un Mercedes Benz. Por otro lado debió haberse evaluado su nula aportación técnica en los campos petroleros de la Selva Norte; así como su trato hambreador y discriminador al trabajador petrolero peruano.
Dignidad.- ¿Qué nos puede decir sobre el contrato de licencia en el lote 88?
Repetto.- Este es un contrato que hace poco ha llegado a mis manos manos por su divulgación limitada. Pese a que ha transcurrido apreciable tiempo desde su suscripción; se ha adoptado la mala práctica, copiada del gobierno de Fujimori de no divulgar contratos en El Peruano, como se hacía antes. Estos contratos deben estar al alcance del ciudadano común y corriente. Regresando a su pregunta, en el contrato de licencia del 28 de noviembre del 2000 y refrendado por el gobierno de transición con D.L. 021-2000-EM, del 7 de diciembre del 2000, se ha encontrado la inclusión, como parte integrante del consorcio constituido por Pluspetrol Perú Corporation, sucursal del Perú con 36%; Hunt Oil Company of Peru LLC, sucursal del Perú con 36%; SK Corporation sucursal peruana con 18%, de una empresa nacional denominada Hidrocarburos Andinos SAC con un importante 10% del accionariado de Camisea. En este contrato, el numeral 8.6 permite la renegociación de regalías para proyectos industriales o exportación, un punto que no estaba en las bases, en donde se consigna sólo un tipo de regalía por todo concepto. A mi entender esta inclusión vicia el contrato, haciéndolo totalmente nulo.
Dignidad.- ¿Podría decirnos cuál es el perfil técnico de Hidrocarburos Andinos?
Repetto.- Esta es una compañía sin antecedentes petroleros ni dentro ni fuera del país. De acuerdo a su ficha registral consigue recién la inscripción del título el 7 de noviembre del 2000, declarando un capital social de S/ 1,500. Con fecha 19 de enero del 2001 lo aumentan a S/ 352,000. Su inclusión dentro del consorcio es verdaderamente un misterio, encontrándose patrocinada por la firma Tecpetrol S.A. de Argentina; siendo su actual mandatario el señor Ludowieg Echecopar, quien podría dar mejor razón de su representada en el ámbito del petróleo y gas y el por qué de su inclusión en un contrato de tanta envergadura.
Dignidad.- ¿No le parece que el exiguo capital social consignado en los registros es una burla? Suponemos que debe haber un error.
Repetto.- No hay error alguno, basta acercarse a los Registros de Lima y Callao y cerciorarse; la ficha es la No. 11227091. A Hidrocarburos Andinos se le trató con guantes blancos inscribiéndola con un capital ridículo, que al mes de suscrito el contrato, lo aumentan a otra cifra insuficiente para manejar un proyecto como el de Camisea valorizado en no menos de 50 mil millones de dólares. Los capitales con los que se han inscrito Hunt Olil y SK de Corea, otros miembros del consorcio, en los Registros Públicos de Lima, tienen montos similarmente despreciables; lo cual es una burla y falta de respeto a nuestro país.
Dignidad.- ¿Qué nos puede decir en cuanto al contrato de distribución y transporte?
Repetto.- Esta fase del proyecto fue adjudicada el 20 de octubre del 2000 al Consorcio liderado por Techint. Once postores se retiraron quedando como único postor Techint. Por decoro debió ser declarado desierto el proceso más aún cuando dentro del consorcio, con más del 48% del accionariado se encontraba el grupo liderado por Pluspetrol, infringiendo las bases que tan sólo le aceptaban un accionariado máximo del 20%. Techint, si bien es reconocida como una buena constructora de oleoductos y gaseoductos, no tiene experiencia en la operación de los mismos. Hay que recordar que hubo oposición a la licitación la cual fue desoída tanto por Fujimori como por Paniagua, suscribiendo este último, el contrato. Sobre esto el doctor Toledo debe hacer un deslinde ya que este contrato de licencia se gestionó durante su mandato.
Dignidad.- Pluspetrol tiene interés en Pagoreni, adyacente al yacimiento de Camisea, para así viabilizar el proyecto de gas licuado. ¿Qué nos puede decir al respecto?
Repetto.- Sería un craso error de PerúPetro el otorgarle Pagoreni al Consorcio Camisea. En este momento nos encontramos ante un cuasi monopolio, me explico: Astra, es propietaria del 60% de las acciones de Pluspetrol y, al mismo tiempo, la empresa española Repsol es titular del 100% de las acciones de Astra. Repsol sería propietaria del 60% de Pluspetrol. De confirmarse esta información, estaríamos ante un monopolio español en el Perú y en Bolivia, ya que los yacimientos de gas de Tarija están en manos de Repsol. Esta compañía que participa en el Perú en la exploración de petróleo con seis lotes en la Selva, es también accionista mayoritaria de Refinería La Pampilla, que concentra más del 65% de la refinación de hidrocarburos. Igualmente a través de Sol Gas tiene el control del 40% del gas licuado de petróleo. Hemos pasado de un monopolio estatal con Petroperú a un monopolio privado con Repsol, lo que es inconstitucional y altamente peligroso. Pluspetrol no tiene capacidad financiera para manejar Camisea y Pagoreni. Dada la crisis argentina, la pregunta es ¿con qué va a garantizar Pluspetrol, Pagoreni?
Dignidad.- ¿Es verdad que el financiamiento del transporte de gas Camisea-Lima ya está resuelto?
Repetto.- Pareciera una posibilidad, dada la siempre buena disposición del ministro Kuczynski de favorecer a las transnacionales. En este caso a Techint, para que obtenga préstamos, acelerando las gestiones ante el BID, la CAF y el Banco de Desarrollo del Brasil. Kuczynski ha informado la posibilidad de una emisión de bonos en dólares por parte de Techint en el mercado nacional ¿no era inversión extranjera? Es decir, el pueblo peruano no sólo subsidiará el transporte del gas en sus recibos mensuales de luz según la ley 27133 del 3 de junio de 1999, denominada Ley de Promoción del Gas Natural; sino que también financiará con sus ahorros la indigencia de Techint.
Dignidad.- Existe un inusitado interés por parte del ministro Jaime Quijandría, de llevar a cabo en Ilo una millonaria planta para exportar metano a California.
Repetto.- Esto hay que tomarlo con pinzas pues podría no ser rentable. Hace poco se ha llegado a saber que en California, ha habido un sobredimensionamien to de la demanda de electricidad por una baja oferta artificialmente creada con fines bursátiles y tarifarios, por parte de Enron y las hidroeléctricas. Al no existir esa demanda, cualquier proyecto de licuefacción tiene que ser revisado. ¿Por qué el ministro de Energía y Minas no evalúa siquiera la petroquímica básica como alternativa a este proyecto?
Dignidad.- Usted cuestiona duramente el proyecto Camisea. ¿Qué alternativa de solución propone?
Repetto.- Esto plenamente seguro que mi propuesta será controversial y para muchos será como los evangelios por los suelos. Pero tenemos que devolver confianza a los inversionistas, sometidos a tinterilladas. Los postores se retiran porque no quieren someterse a prácticas anticonstitucionale s. Desde el descubrimiento de gas en Camisea han transcurrido 18 años, por lo que esperar un poco más y hacerlo bien sería lo más aconsejable. Una nueva Camisea va a ser difícil de encontrar; sus yacimientos sin incluir los aledaños, están valorizados en 50 mil millones de dólares al precio vil de materia prima; y como valor agregado no menos de 300 mil millones de dólares, por lo que debe ser explotado e industrializado para beneficio preferencial de los peruanos. El Contrato de Licencia, suscrito durante el gobierno de transición tiene graves causales de nulidad y debiera ser declarado nulo, revirtiendo Camisea a manos de Petroperú. Las nuevas bases de licitación podrían regirse bajo el sistema Build, Operate y Transport); se harían plantas termoeléctricas, siderurgia, plantas de fertilizantes en Quillabamba y Ayacucho, como lo propusiera Shell.
La única forma de construir nuestra peruanidad es con dignidad, no a los vendepatrias!!!
lunes, 2 de agosto de 2010
sábado, 31 de julio de 2010
LA OLIGARQUIA DIO UN DISCURSO MAS POR FIESTAS PATRIAS
LA OLIGARQUIA DIO UN DISCURSO MAS POR FIESTAS PATRIAS
Muchos nos preguntamos ¿porque tanto miedo a la oligarquía? Vamos a narrar los pasos que hace la oligarquía para hacer sus grandes inversiones aquí en Perú. ¿Cómo lo hace? Para ellos es lo más sencillo, le propone al gobierno de turno: yo traigo inversión mediante las transnacionales en la siguiente forma, un gran porcentaje de las utilidades para nosotros, otro pequeño porcentaje para la mafia de la corrupción que da las facilidades, que defiende las inversiones, que da los dispositivos legales, pero bien estudiados minuciosamente, el resto de utilidades que es muy pequeño, es para el pueblo. Quiere decir que estamos viendo un gran desarrollo, muchos millones de inversión, pero de ese desarrollo si la mayor parte se lo lleva la oligarquía que no le corresponde, en común acuerdo con la mafia de la corrupción lo consigue, es por eso que se ve externamente mucho movimiento económico, pero para el pueblo gotitas de las utilidades, así queda demostrado que mientras la oligarquía este dominando las inversiones del Perú, el pueblo siempre será castigado con migajas de utilidades.
En el mensaje se dijo que no dejará bombas de tiempo para el próximo gobierno, les aseguro que si es cierto, pero se está refiriendo a otro nuevo gobierno de la oligarquía, que saldrá elegido por todos los recursos que trabajará la oligarquía, hasta que lo consiga. Pero si ganarán los opositores de la oligarquía que están unidos alrededor de la Revolución de Valores que son: la verdad, la justicia, la unidad, la libertad, la paz, la armonía, la vida, con toda seguridad que la oligarquía pondrá en acción todo su arsenal para obstaculizar, para hacer fracasar al nuevo gobierno, esas son las bombas de tiempo que al pueblo le interesa saber.
En los actos protocolares de 28 y 29 de Julio normalmente la esposa del Presidente lo acompaña, esto es por tradición y por el gran respeto que se debe tener a todas las familias del Perú. Si nos guiamos por la Biblia , donde dice: Si no sabes gobernar tu casa, menos podrás gobernar al pueblo, según la Biblia nuestro Presidente es un mal ejemplo de familia, esperamos que lo rectifique y pueda tener una vida normal, como matrimonio.
Si ganará el candidato de la oposición de la oligarquía, lo que vemos muy difícil, porque la oligarquía tiene preparados a muchos intelectuales mercenarios en distintas instituciones, periódicos, y otras dependencias que actúan por orden de la oligarquía, para destruir la candidatura de la oposición de la oligarquía. La campaña de destrucción de esa candidatura ha sido estudiada hace muchos años, porque la oligarquía en América del Sur, se ha propuesto no permitir que gane otro candidato que sea afín al gobierno de Ecuador, Brasil, Argentina, y otros. Lo ha demostrado en las últimas elecciones en Colombia, donde la oligarquía puso en acción todas sus tácticas de propaganda a favor de su candidato, y efectivamente ganó. Según lo que sucedió en Colombia ya nos estamos imaginando lo que va a suceder en Perú, porque la oligarquía tiene el control total de algunos medios de comunicación que no tienen libertad de prensa, porque la oligarquía se la quito usando muchos recursos y están ahora en su dominio. Los pocos medios luchan con todas sus fuerzas llegando a ser a veces un similar del Quijote.
El discurso presidencial del 28 de Julio, dijo que se luchará contra la corrupción utilizando a la justicia con todas sus fuerzas, esto parece una broma, que el corrupto va a juzgar a otro corrupto. Si es que hay buenas intenciones de luchar contra la corrupción, tiene que hacerlo como base, con una gran campaña de valores. Si es que esta campaña se da a nivel nacional, con toda fuerza, poco a poco se ira sensibilizando al pueblo y este será el mejor aliado para denunciar los casos de corrupción y algunos medios que tienen libertad de prensa, publicarán los más importantes. ¿Por qué decimos una gran campaña de valores?, porque si esto se difunde y llega a ser parte, poco a poco del mismo pueblo, quiere decir que la verdad, seria el nuevo eje de una nueva sociedad, de un nuevo gobierno. El valor más importante de la Revolución de Valores es la verdad. El valor de la justicia, si todos somos justos y buscamos el bienestar de unos a otros, es muy importante, como el dicho que dice: trata bien a las personas, como quieres que te traten a ti. La unidad, si estos dos valores y los demás se cumplieran en un alto porcentaje, seria fácil buscar la unidad entre todos los peruanos, como base para luchar contra la corrupción, y contra la oligarquía. El valor de la libertad, respetar estrictamente la verdadera libertad de prensa, para que el pueblo pueda conocer los acontecimientos como son, pero la misma libertad de prensa, si cae en la mentira y en el insulto, está destruyendo su libertad, por orden de la oligarquía. El valor de la paz, actualmente añoramos una paz que no llega, pero mediante la Revolución de Valores será un gran triunfo que tengamos paz, tranquilidad, seguridad ciudadana, buena calidad de educación, en bien del pueblo. El valor de la armonía, de igual manera entre todos buscar la armonía familiar en los hogares, previamente debemos desaparecer la violencia, esto se conseguirá con una Política de Familia a nivel nacional. Actualmente en muchos países y en el Perú, el valor de la vida, está siendo destruido por fuerzas malignas que lo que buscan son sus grandes utilidades, vendiendo sus productos abortivos.
Varias veces hemos escrito que el enemigo número uno de la oligarquía son los valores, nunca los va a aceptar, este gobierno que está dominado por la oligarquía, tampoco lo va a hacer. Esperamos que un nuevo gobierno guiado por la Revolución de Valores lo haga y así triunfará en su gobierno a favor del pueblo.
Lima-Perú, 30/07/2010 AUTOR: ING. HERNAN VASQUEZ CABRERA
MOVIMIENTO ARMONIA FAMILIAR-PERU
Muchos nos preguntamos ¿porque tanto miedo a la oligarquía? Vamos a narrar los pasos que hace la oligarquía para hacer sus grandes inversiones aquí en Perú. ¿Cómo lo hace? Para ellos es lo más sencillo, le propone al gobierno de turno: yo traigo inversión mediante las transnacionales en la siguiente forma, un gran porcentaje de las utilidades para nosotros, otro pequeño porcentaje para la mafia de la corrupción que da las facilidades, que defiende las inversiones, que da los dispositivos legales, pero bien estudiados minuciosamente, el resto de utilidades que es muy pequeño, es para el pueblo. Quiere decir que estamos viendo un gran desarrollo, muchos millones de inversión, pero de ese desarrollo si la mayor parte se lo lleva la oligarquía que no le corresponde, en común acuerdo con la mafia de la corrupción lo consigue, es por eso que se ve externamente mucho movimiento económico, pero para el pueblo gotitas de las utilidades, así queda demostrado que mientras la oligarquía este dominando las inversiones del Perú, el pueblo siempre será castigado con migajas de utilidades.
En el mensaje se dijo que no dejará bombas de tiempo para el próximo gobierno, les aseguro que si es cierto, pero se está refiriendo a otro nuevo gobierno de la oligarquía, que saldrá elegido por todos los recursos que trabajará la oligarquía, hasta que lo consiga. Pero si ganarán los opositores de la oligarquía que están unidos alrededor de la Revolución de Valores que son: la verdad, la justicia, la unidad, la libertad, la paz, la armonía, la vida, con toda seguridad que la oligarquía pondrá en acción todo su arsenal para obstaculizar, para hacer fracasar al nuevo gobierno, esas son las bombas de tiempo que al pueblo le interesa saber.
En los actos protocolares de 28 y 29 de Julio normalmente la esposa del Presidente lo acompaña, esto es por tradición y por el gran respeto que se debe tener a todas las familias del Perú. Si nos guiamos por la Biblia , donde dice: Si no sabes gobernar tu casa, menos podrás gobernar al pueblo, según la Biblia nuestro Presidente es un mal ejemplo de familia, esperamos que lo rectifique y pueda tener una vida normal, como matrimonio.
Si ganará el candidato de la oposición de la oligarquía, lo que vemos muy difícil, porque la oligarquía tiene preparados a muchos intelectuales mercenarios en distintas instituciones, periódicos, y otras dependencias que actúan por orden de la oligarquía, para destruir la candidatura de la oposición de la oligarquía. La campaña de destrucción de esa candidatura ha sido estudiada hace muchos años, porque la oligarquía en América del Sur, se ha propuesto no permitir que gane otro candidato que sea afín al gobierno de Ecuador, Brasil, Argentina, y otros. Lo ha demostrado en las últimas elecciones en Colombia, donde la oligarquía puso en acción todas sus tácticas de propaganda a favor de su candidato, y efectivamente ganó. Según lo que sucedió en Colombia ya nos estamos imaginando lo que va a suceder en Perú, porque la oligarquía tiene el control total de algunos medios de comunicación que no tienen libertad de prensa, porque la oligarquía se la quito usando muchos recursos y están ahora en su dominio. Los pocos medios luchan con todas sus fuerzas llegando a ser a veces un similar del Quijote.
El discurso presidencial del 28 de Julio, dijo que se luchará contra la corrupción utilizando a la justicia con todas sus fuerzas, esto parece una broma, que el corrupto va a juzgar a otro corrupto. Si es que hay buenas intenciones de luchar contra la corrupción, tiene que hacerlo como base, con una gran campaña de valores. Si es que esta campaña se da a nivel nacional, con toda fuerza, poco a poco se ira sensibilizando al pueblo y este será el mejor aliado para denunciar los casos de corrupción y algunos medios que tienen libertad de prensa, publicarán los más importantes. ¿Por qué decimos una gran campaña de valores?, porque si esto se difunde y llega a ser parte, poco a poco del mismo pueblo, quiere decir que la verdad, seria el nuevo eje de una nueva sociedad, de un nuevo gobierno. El valor más importante de la Revolución de Valores es la verdad. El valor de la justicia, si todos somos justos y buscamos el bienestar de unos a otros, es muy importante, como el dicho que dice: trata bien a las personas, como quieres que te traten a ti. La unidad, si estos dos valores y los demás se cumplieran en un alto porcentaje, seria fácil buscar la unidad entre todos los peruanos, como base para luchar contra la corrupción, y contra la oligarquía. El valor de la libertad, respetar estrictamente la verdadera libertad de prensa, para que el pueblo pueda conocer los acontecimientos como son, pero la misma libertad de prensa, si cae en la mentira y en el insulto, está destruyendo su libertad, por orden de la oligarquía. El valor de la paz, actualmente añoramos una paz que no llega, pero mediante la Revolución de Valores será un gran triunfo que tengamos paz, tranquilidad, seguridad ciudadana, buena calidad de educación, en bien del pueblo. El valor de la armonía, de igual manera entre todos buscar la armonía familiar en los hogares, previamente debemos desaparecer la violencia, esto se conseguirá con una Política de Familia a nivel nacional. Actualmente en muchos países y en el Perú, el valor de la vida, está siendo destruido por fuerzas malignas que lo que buscan son sus grandes utilidades, vendiendo sus productos abortivos.
Varias veces hemos escrito que el enemigo número uno de la oligarquía son los valores, nunca los va a aceptar, este gobierno que está dominado por la oligarquía, tampoco lo va a hacer. Esperamos que un nuevo gobierno guiado por la Revolución de Valores lo haga y así triunfará en su gobierno a favor del pueblo.
Lima-Perú, 30/07/2010 AUTOR: ING. HERNAN VASQUEZ CABRERA
MOVIMIENTO ARMONIA FAMILIAR-PERU
Camisea: la cosa es más bien al revés
Camisea: la cosa es más bien al revés
Por Humberto Campodónico
“Pero ahora, cuando ha llegado el momento en que se inicia la exportación, es cuando se exige que el gas no se exporte, olvidando que solo con ese estímulo se logró que nosotros hayamos utilizado ya por cinco años el gas” (Alan García, 28/7/10). Añadió: “Sin la oferta de exportar el gas ninguna empresa hubiera invertido US$ 2,300 millones en las plantas de fraccionamiento o cientos de millones en la perforación y menos en un gasoducto de US$ 800 millones que desde hace 5 años nos sirve a nosotros”.
Estas afirmaciones no son ciertas pues el proyecto Camisea del Lote 88 comenzó en el 2000 como un proyecto ligado únicamente al mercado interno. Para que el proyecto sea rentable, el consorcio Camisea se acogió al DL 818 de 1996, que amplió el arrastre de pérdidas de 4 a 8 años, fraccionó el pago de aranceles en un periodo de 7 años (y no de inmediato) y se acogió a la recuperación anticipada del IGV (DS-095-98-EF) .
Se trata de un típico caso de “industria naciente”, en el que el Estado le proporciona a la empresa, al principio, toda una serie de incentivos para que el proyecto despegue. Otros incentivos fueron el adelanto (al 2002) de la Garantía de la Red Principal (que todos pagamos en la tarifa eléctrica y que fue lo que permitió que se construya el gasoducto) y el contrato de Electroperú por el cual se garantizaba la compra sí o sí (take or pay) al Consorcio Camisea de 70 millones de pies cúbicos diarios.
Con todos estos incentivos el gasoducto del Lote 88 llegó a Lima en agosto del 2004. ¿Cuándo se firmó el contrato por el Lote 56, destinado a la exportación? En setiembre del 2004. Nada tuvo que ver la exportación en el desarrollo de esta industria naciente.
No solo eso. García infla las cifras, porque la inversión del Lote 88 fue de U$ 850 millones en la explotación (lo que incluye la perforación de pozos y las plantas de fraccionamiento) , US$ 800 millones en el gasoducto de Camisea a Lima y US$ 70 millones en la distribución. El monto es importante y estamos de acuerdo con sus efectos positivos para el mercado interno. Pero, ojo, no son los montos de los que habla García y nada tiene que ver la exportación.
En su discurso García retrocede con respecto a lo que dijo el año pasado, pues ahora está a favor de que se consuma el despojo del gas del Lote 88 que fue un “regalo de Dios”, pues la Shell no lo pudo explotar y revirtió gratis al Estado. El año pasado dijo que el cambio de las leyes que permitieron que se exporte el gas del Lote 88, en el 2005-2006, era un delito. Eso “ya fue”.
También dijo que la exportación solo procedería si primero se abastece al mercado interno. Eso no sucede, pues hay racionamiento para las empresas peruanas, ya que 2 TCF del Lote 88 están inmovilizados, pues son la garantía del contrato a México.
La cuestión es más bien al revés. Ha sido el proyecto de exportación el que se ha beneficiado del mercado interno en varios aspectos. Primero, en el tramo del ducto de la selva, Perú LNG va a usar el gasoducto del Lote 88, que tiene exclusividad de 10 años para el mercado interno. Segundo, la planta de fraccionamiento de líquidos, construida para el Lote 88, es usada para el Lote 56. Tercero, el ducto de líquidos de Camisea a Pisco del Lote 88 es usado por el Lote 56. Cuarto, han sido las utilidades del Lote 88 (y en los últimos dos años) y las del Lote 56 las que le han permitido a Perú LNG financiar el proyecto de exportación, las mismas que ascienden a US$ 1,000 millones (ver Camisea y los negocios vinculados, www.cristaldemira. com, 17/5/10).
Finalmente, ¿por qué García, de un lado, levanta las inversiones de Perú LNG y, de otro, dice que va a renegociar las regalías, lo que solo es un aspecto mínimo de todo el problema? La respuesta es: para tapar el sol con el dedo de las regalías y que la gente piense que “está bien exportar el gas”. Está claro para quien juega García y, también, debiera estar claro que la exportación del gas no es aceptable.
Por Humberto Campodónico
“Pero ahora, cuando ha llegado el momento en que se inicia la exportación, es cuando se exige que el gas no se exporte, olvidando que solo con ese estímulo se logró que nosotros hayamos utilizado ya por cinco años el gas” (Alan García, 28/7/10). Añadió: “Sin la oferta de exportar el gas ninguna empresa hubiera invertido US$ 2,300 millones en las plantas de fraccionamiento o cientos de millones en la perforación y menos en un gasoducto de US$ 800 millones que desde hace 5 años nos sirve a nosotros”.
Estas afirmaciones no son ciertas pues el proyecto Camisea del Lote 88 comenzó en el 2000 como un proyecto ligado únicamente al mercado interno. Para que el proyecto sea rentable, el consorcio Camisea se acogió al DL 818 de 1996, que amplió el arrastre de pérdidas de 4 a 8 años, fraccionó el pago de aranceles en un periodo de 7 años (y no de inmediato) y se acogió a la recuperación anticipada del IGV (DS-095-98-EF) .
Se trata de un típico caso de “industria naciente”, en el que el Estado le proporciona a la empresa, al principio, toda una serie de incentivos para que el proyecto despegue. Otros incentivos fueron el adelanto (al 2002) de la Garantía de la Red Principal (que todos pagamos en la tarifa eléctrica y que fue lo que permitió que se construya el gasoducto) y el contrato de Electroperú por el cual se garantizaba la compra sí o sí (take or pay) al Consorcio Camisea de 70 millones de pies cúbicos diarios.
Con todos estos incentivos el gasoducto del Lote 88 llegó a Lima en agosto del 2004. ¿Cuándo se firmó el contrato por el Lote 56, destinado a la exportación? En setiembre del 2004. Nada tuvo que ver la exportación en el desarrollo de esta industria naciente.
No solo eso. García infla las cifras, porque la inversión del Lote 88 fue de U$ 850 millones en la explotación (lo que incluye la perforación de pozos y las plantas de fraccionamiento) , US$ 800 millones en el gasoducto de Camisea a Lima y US$ 70 millones en la distribución. El monto es importante y estamos de acuerdo con sus efectos positivos para el mercado interno. Pero, ojo, no son los montos de los que habla García y nada tiene que ver la exportación.
En su discurso García retrocede con respecto a lo que dijo el año pasado, pues ahora está a favor de que se consuma el despojo del gas del Lote 88 que fue un “regalo de Dios”, pues la Shell no lo pudo explotar y revirtió gratis al Estado. El año pasado dijo que el cambio de las leyes que permitieron que se exporte el gas del Lote 88, en el 2005-2006, era un delito. Eso “ya fue”.
También dijo que la exportación solo procedería si primero se abastece al mercado interno. Eso no sucede, pues hay racionamiento para las empresas peruanas, ya que 2 TCF del Lote 88 están inmovilizados, pues son la garantía del contrato a México.
La cuestión es más bien al revés. Ha sido el proyecto de exportación el que se ha beneficiado del mercado interno en varios aspectos. Primero, en el tramo del ducto de la selva, Perú LNG va a usar el gasoducto del Lote 88, que tiene exclusividad de 10 años para el mercado interno. Segundo, la planta de fraccionamiento de líquidos, construida para el Lote 88, es usada para el Lote 56. Tercero, el ducto de líquidos de Camisea a Pisco del Lote 88 es usado por el Lote 56. Cuarto, han sido las utilidades del Lote 88 (y en los últimos dos años) y las del Lote 56 las que le han permitido a Perú LNG financiar el proyecto de exportación, las mismas que ascienden a US$ 1,000 millones (ver Camisea y los negocios vinculados, www.cristaldemira. com, 17/5/10).
Finalmente, ¿por qué García, de un lado, levanta las inversiones de Perú LNG y, de otro, dice que va a renegociar las regalías, lo que solo es un aspecto mínimo de todo el problema? La respuesta es: para tapar el sol con el dedo de las regalías y que la gente piense que “está bien exportar el gas”. Está claro para quien juega García y, también, debiera estar claro que la exportación del gas no es aceptable.
viernes, 30 de julio de 2010
Demagogia, decadencia neoliberal y más polarización
Demagogia, decadencia neoliberal y más polarización
Por César Zelada.
El discurso presidencial estuvo a la altura de su orador: desgastado, aburrido y
entreguista al Imperialismo y las transnacionales chilenas. “Una lista de
lavandería, un acta burocrática…¿Cree realmente García que con 163 millones de
soles se podrá atender a 8’700,000 personas de Lima y Callao?”, escribió César
Lévano.
Y en efecto, el discurso presidencial fue recontra demagógico. Habló de 100
soles para los ancianos de 75 años, de aumento de salarios para los policías y
militares (expresando el malestar de las tropas de las fuerzas del orden), de
grandes inversiones para el “servicio universal de salud”, etc. Pero en ningún
momento de su perorata de crecimiento económico aclaró, ¿de dónde va a salir ese
dinero?
Si con un crecimiento económico del 9% en el 2008 fue incapaz de aumentar los
salarios de los trabajadores (los más paupérrimos de la región), ¿creen que
aumentará a los policías?
Al contrario, manifestando el carácter decadente (que el politólogo Lynch
menciona en su nota un Líder que se apaga), del sistema político peruano,
García, en vez de nacionalizar la DOE RUN, avisa que la va cerrar. Dije
¿Cerrar?, sì, así como oyen. Esto producirá más incertidumbre para los
trabajadores sindicalizados de la DOE RUN que están luchando por el derecho al
trabajo. García, podía, en nombre de los mártires apristas de los 30s y 40s,
tomar una posición firme frente al mafioso Ira Renet. Pero una vez más, el APRA,
demuestra su sumisión al Imperio del Norte.
Sobre el Gas, pues, como era de esperarse, mantiene su posición claudicante de
seguir con la exportación sin un Plan energético que priorice la demanda
interna. “¿Por qué García, de un lado, levanta las inversiones de Perú LNG y, de
otro, dice que va a renegociar las regalías, lo que solo es un aspecto mínimo de
todo el problema? La respuesta es: para tapar el sol con el dedo de las regalías
y que la gente piense que “está bien exportar el gas”. Está claro para quien
juega García y, también, debiera estar claro que la exportación del gas no es
aceptable”, redactó Humberto Campodónico (30/07/10).
Habló de avance de la alfabetización y de disminución de la pobreza, pero el ex
jefe del INEI, Farid Matuk (que nadie puede acusar de izquierdista), cuestiona
estas cifras técnicamente. ¿Por qué no se somete el APRA a una auditoría
internacional sobre el tema?
Y sobre la corrupción, pues, nada. Su silencio oscuro fue obvio. ¿Caerá alguien
por los Petroaudios? Difícilmente un pez gordo. La pus de la corrupción comienza
en Palacio.
Con respecto a la educación, pues, como dice Lynch, la tan propagandizada Ley de
Carrera pública magisterial, no ha integrado ni siquiera al 10% de los maestros
del antiguo régimen al nuevo.
Lo que si podemos señalar es que su propuesta de Seguro Universal así como de
remate de nuestro gas (por el cual perdemos $25 mil millones en subsidios a las
transnacionales), expresan la ofensiva neoliberal del gobierno frente a las
vacilaciones y la estrategia electoral de la izquierda.
Así las cosas, lo que está logrando García es llevarnos a una mayor polarización
social y política. “El presidente ha querido contener la protesta del sur con
sus palabras, ha querido que la población crea que está actuando bien con el
gas, pero sus anuncios no nos convencen”, manifestó Fermín Quispe, líder de la
Federación Agraria Revolucionaria de Trabajadores del Cusco (FARTAC). Esta
dinámica contradictoria puede llevarnos a fortalecer la Marcha de los Pueblos
para tomar Lima.
El Che escribió alguna vez en sus obras escogidas, “…las burguesías autóctonas
en nuestros países se han convertido en furgón de cola del imperialismo…”.
Ahora, hay que agregarle, ¡Y sus partidos como el APRA también!
Por César Zelada.
El discurso presidencial estuvo a la altura de su orador: desgastado, aburrido y
entreguista al Imperialismo y las transnacionales chilenas. “Una lista de
lavandería, un acta burocrática…¿Cree realmente García que con 163 millones de
soles se podrá atender a 8’700,000 personas de Lima y Callao?”, escribió César
Lévano.
Y en efecto, el discurso presidencial fue recontra demagógico. Habló de 100
soles para los ancianos de 75 años, de aumento de salarios para los policías y
militares (expresando el malestar de las tropas de las fuerzas del orden), de
grandes inversiones para el “servicio universal de salud”, etc. Pero en ningún
momento de su perorata de crecimiento económico aclaró, ¿de dónde va a salir ese
dinero?
Si con un crecimiento económico del 9% en el 2008 fue incapaz de aumentar los
salarios de los trabajadores (los más paupérrimos de la región), ¿creen que
aumentará a los policías?
Al contrario, manifestando el carácter decadente (que el politólogo Lynch
menciona en su nota un Líder que se apaga), del sistema político peruano,
García, en vez de nacionalizar la DOE RUN, avisa que la va cerrar. Dije
¿Cerrar?, sì, así como oyen. Esto producirá más incertidumbre para los
trabajadores sindicalizados de la DOE RUN que están luchando por el derecho al
trabajo. García, podía, en nombre de los mártires apristas de los 30s y 40s,
tomar una posición firme frente al mafioso Ira Renet. Pero una vez más, el APRA,
demuestra su sumisión al Imperio del Norte.
Sobre el Gas, pues, como era de esperarse, mantiene su posición claudicante de
seguir con la exportación sin un Plan energético que priorice la demanda
interna. “¿Por qué García, de un lado, levanta las inversiones de Perú LNG y, de
otro, dice que va a renegociar las regalías, lo que solo es un aspecto mínimo de
todo el problema? La respuesta es: para tapar el sol con el dedo de las regalías
y que la gente piense que “está bien exportar el gas”. Está claro para quien
juega García y, también, debiera estar claro que la exportación del gas no es
aceptable”, redactó Humberto Campodónico (30/07/10).
Habló de avance de la alfabetización y de disminución de la pobreza, pero el ex
jefe del INEI, Farid Matuk (que nadie puede acusar de izquierdista), cuestiona
estas cifras técnicamente. ¿Por qué no se somete el APRA a una auditoría
internacional sobre el tema?
Y sobre la corrupción, pues, nada. Su silencio oscuro fue obvio. ¿Caerá alguien
por los Petroaudios? Difícilmente un pez gordo. La pus de la corrupción comienza
en Palacio.
Con respecto a la educación, pues, como dice Lynch, la tan propagandizada Ley de
Carrera pública magisterial, no ha integrado ni siquiera al 10% de los maestros
del antiguo régimen al nuevo.
Lo que si podemos señalar es que su propuesta de Seguro Universal así como de
remate de nuestro gas (por el cual perdemos $25 mil millones en subsidios a las
transnacionales), expresan la ofensiva neoliberal del gobierno frente a las
vacilaciones y la estrategia electoral de la izquierda.
Así las cosas, lo que está logrando García es llevarnos a una mayor polarización
social y política. “El presidente ha querido contener la protesta del sur con
sus palabras, ha querido que la población crea que está actuando bien con el
gas, pero sus anuncios no nos convencen”, manifestó Fermín Quispe, líder de la
Federación Agraria Revolucionaria de Trabajadores del Cusco (FARTAC). Esta
dinámica contradictoria puede llevarnos a fortalecer la Marcha de los Pueblos
para tomar Lima.
El Che escribió alguna vez en sus obras escogidas, “…las burguesías autóctonas
en nuestros países se han convertido en furgón de cola del imperialismo…”.
Ahora, hay que agregarle, ¡Y sus partidos como el APRA también!
jueves, 29 de julio de 2010
¿Para qué se fundó la República?. Jorge BASADRE
¿Para qué se fundó la República? (*)
Por Jorge Basadre
Historiador y Profesor de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos
miércoles, noviembre 14, 2007
El Perú moderno (lo hemos dicho muchas veces) debe a la época pre-hispánica la base territorial y parte de la población; de la época hispánica provienen también la base territorial, otra parte de la población y el contacto con la cultura de Occidente; y la época de la Emancipación aporta el sentido de la independencia y de la soberanía. Mas en esta última etapa, madura asimismo un elemento psicológico sutil que puede ser llamado la promesa.
El sentido de la independencia y de la soberanía no surge bruscamente. Dentro de una concepción estática de la historia el período de tiempo comprendido entre 1532 y 1821 se llama la Colonia. Para una concepción dinámica de la historia, dicha época fue la de la formación de una sociedad nueva por un proceso de rápida “transculturación”, proceso en el cual aparecieron como factores descollantes la penetración de los elementos occidentales en estos países, la absorción de elementos de origen americano hecha por Occidente, el mestizaje, el criollismo y la definición de una conciencia autonomista.
Los americanos se lanzaron a la osada aventura de la Independencia no sólo en nombre de reivindicaciones humanas menudas: obtención de puestos públicos, ruptura del monopolio económico, etc. Hubo en ellos también algo así como una angustia metafísica que se resolvió en la esperanza de que viviendo libres cumplirían su destino colectivo. Nada más lejos del elemento psicológico llamado la promesa que la barata retórica electoral periódica y comúnmente usada. Se trata, de algo colocado en un plano distinto de pasajeras banderías. Aún en los primeros momentos de la independencia así quedó evidenciado. Los llamados separatistas o patriotas entraron en discordias intestinas demasiado pronto, antes de ganar esa guerra, aún antes de empezar a ganarla. Se dividieron en monárquicos y republicanos y los republicanos, a su vez, en conservadores y liberales, en partidarios del presidente vitalicio y del presidente con un período corto de gobierno, en federales y unitarios. Y sin embargo, a pesar de todo el fango que con tal motivo mutuamente se lanzaron, y a pesar de la sangre con frenesí vertida entonces, para todos ellos esa victoria en la guerra de la Independencia al fin lograda después de catorce años, apenas si fue un amanecer. Bolívar y San Martín, Vidaurre y Luna Pizarro, Monteagudo y Sánchez Carrión, por hondas que fuesen sus divergencias, en eso estuvieron de acuerdo.
Las nacionalidades hispano-americanas tienen, pues, un signo dinámico en su ruta. Su antecedente inmediato fue una guerra dura y larga; su origen lejano, un fenómeno de crecimiento espiritual dentro del proceso vertiginoso de la “transculturación” de la civilización occidental en este suelo simbólicamente llamado el “Nuevo Mundo”. Y por eso se explica que en el instante de su nacimiento como Estados soberanos, alejaran su mirada del ayer para volcarla con esperanza en el porvenir.
Esa esperanza, esa promesa, se concretó dentro de un ideal de superación individual y colectiva que debía ser obtenido por el desarrollo integral de cada país, la explotación de sus riquezas, la defensa y acrecentamiento de su población, la creación de un “mínimun” de bienestar para cada ciudadano y de oportunidades adecuadas para ellos. En cada país, vino a ser en resumen, una visión de poderío y de éxito, para cuyo cumplimiento podrían buscarse los medios o vehículos más variados, de acuerdo con el ambiente de cada generación.
En el caso concreto del Perú, sin saberlo, la promesa recogió algunos elementos ya conocidos en el pasado trasformándolos. Los incas para sus conquistas inicialmente procuraron hacer ver a las tribus cuya agregación al Imperio buscaban, las perspectivas de una vida más ordenada y más próspera. Más tarde, incorporado el Perú a la cultura occidental, su nombre sonó universalmente como fascinador anuncio de riqueza y de bienestar. Al fundarse la Independencia, surgió también, un anhelo de concierto y comunidad: “Firme y feliz por la Unión”, dijo, por eso, el lema impreso en la moneda peruana. Y surgió igualmente en la Emancipación un anuncio de riqueza y de bienestar proveniente no sólo de las minas simbolizadas por la cornucopia grabada en el escudo nacional sino también por todas las riquezas que el Perú alberga en los demás reinos de la naturaleza, que el mismo escudo simboliza en la vicuña y en el árbol de la quina. Un fermento adicional tuvo todavía la promesa republicana que el “quipu”, inca y el pergamino colonial no pudieron ostentar porque ambos correspondían a un tipo de vida socialmente estratificada: el fermento igualitario, o sea el profundo contenido de reivindicación humana que alienta en el ideal emancipador y que tiene su máxima expresión en el “Somos libres” del himno.
Lágrimas de gozo derramáronse en la Plaza de Armas de Lima el 28 de julio de 1821; con majestad sacerdotal se sentaron los hombres del primer Congreso Constituyente en sus escaños; heroicamente fueron vertidos torrentes de sangre tantas veces, estentóreos sonaron los gritos de tantas muchedumbres incluyendo las que vocearon su solidaridad con México, Cuba y Centro América amenazados y las que combatieron cantando el 2 de mayo de 1866. Y sin embargo ¡cuán pronto se escucha también en nuestro siglo XIX quejas y protestas, voces de ira y desengaño, recitaciones vacías, loas serviles, alardes mentidos, y se ven al mismo tiempo, encumbramientos injustos, pecados impunes, arbitrariedades cínicas y oportunidades malgastadas!
A pesar de todo, en los mejores, la fuerza formativa e inspiradora de la promesa siguió alentando. Dejarla caer implicó el peligro de que otros la recogieran para usarla en su propio beneficio, quizás sin entender bien que el destino dinámico de estas patrias, para ser adecuadamente cumplido, necesita realizarse sin socavar la cohesión nacional y los principios necesarios para el mantenimiento de su estabilidad. Porque careciendo de otros vínculos históricos, algunos de estos países tienen como más importante en común sólo su tradición y su destino.
En aquel ámbito de la vida republicana sobre el cual resulta posible intentar un juicio histórico, llaman preferentemente la atención dos entre los diferentes modos como se intentó el cumplimiento de la promesa: el debate entre las ideas de libertad y autoridad y el afán de acelerar el progreso material.
El dilema libertad-autoridad no estuvo felizmente planteado por los ideólogos del siglo XIX. Los liberales se dejaron llevar por la corriente de exagerado individualismo que después de la Revolución Francesa surgió en Europa. Tuvieron de la libertad un concepto atómico y mecánico. No miraron a la colectividad como a una unidad orgánica. En las Constituciones de 1823, 1828, 1834, 1856 y 1867 intentaron el debilitamiento del Ejecutivo y pusieron en todo instante una fe excesiva en el sufragio, cuya máxima ampliación buscaron. Por su parte, los conservadores fueron incrédulos ante la ilusión del sufragio, criticaron la acción del Poder Legislativo (léanse, por ejemplo, las páginas de “La Verdad” en 1832 y las notas de Bartolomé Herrera al texto de
Derecho Público de Pinheiro Ferreira) y quisieron fortalecer el Ejecutivo. Pero a veces les caracterizó su falta de espíritu de progreso, su carencia de fe en el país y su poca cohesión. Los liberales, en cambio, tuvieron seducción en su propaganda, optimismo, inquietud por los humildes. Cabe pensar, por eso, que el ideal habría sido “encontrar, una fórmula que recogiendo los matices mejores de ambas concepciones fuese hacia un Estado fuerte pero identificado con el pueblo para realizar con energía y poder una obra democrática” (Son palabras de quien escribe también estas líneas, incluidas en un estudio titulado “La Monarquía en el Perú”, que se publicó en 1928).
El afán exclusivo por el progreso material se plantea por primera vez en gran escala por acción de Enrique Meiggs hacia 1870. Este hombre de negocios norteamericano había vivido en Estados Unidos durante el rápido tránsito de dicho país desde la vida agrícola hacia la vida industrial. Había visto Meiggs, por lo tanto, surgir y desarrollarse aquella exuberancia de energía, aquella actividad casi frenética que siguió a la guerra de Secesión, mediante las construcciones de ferrocarriles, la difusión del teléfono y del cable y las especulaciones osadas de los bancos y bolsas comerciales. Modelar el continente para beneficio del hombre y participar en las grandes ganancias que de allí resultan: ese fue el ideal de dicha época. Meiggs quiso aplicar bruscamente la misma panacea en el Perú. De allí la febril construcción de ferrocarriles, los grandes empréstitos, “el vértigo comercial que arrastró a los hombres de negocios a toda clase de negocios”. Bien pronto sin embargo vinieron la formidable oposición ante la nueva política económica, la tragedia de los hermanos Gutiérrez, la crisis que precedió a la guerra con Chile. La experiencia evidenció así que el desarrollo material del país no debía ser una meta única. Evidenció también que este mismo desarrollo, para ser sólido, necesita basarse no sólo en la hacienda pública sino también en una permanente estructura industrial y comercial, y que en la administración fiscal preciso es dar importancia, al lado del aumento de las rentas y de los gastos, a un maduro y sistemático plan económico.
¿Para qué se fundó la República? Para cumplir la promesa que en ella se simbolizó. Y en el siglo XIX, una de las formas de cumplir esa promesa pareció ser durante un tiempo la preocupación ideológica por el Estado y más tarde la búsqueda exclusiva del desarrollo material del país. En el primer caso, el objetivo por alcanzar fue el Estado eficiente; en el segundo caso, fue el país progresista. Mas en la promesa alentaba otro elemento que ya no era político ni económico. Era un elemento de contenido espiritual, en relación con las esencias mismas de la afirmación nacional. ¿Comprendieron y desarrollaron íntegramente y de modo exhaustivo ese otro matiz de la promesa los hombres del siglo XIX que, por lo demás, no malograron ni la estabilidad del Estado ni el integral progreso del país? He aquí lo que un peruano, también del mismo siglo escribió: “Como individuo y como conjunto, finalmente, el hombre necesita tener un ideal que perseguir, una esperanza que realizar. Por ese ideal y conforme al que se trazan, se hacen los hombres y los pueblos. Cuando carecen de él se arrastran, como nosotros, perezosos, desalentados, perdidos en el desierto, sin luz en los ojos ni esperanza en el corazón. Crearlo digno y levantado y mantenerlo siempre viviente para los individuos y para el conjunto es suprema necesidad de todo el pueblo y misión encomendada a los que lo guían”.
(*) La promesa de la vida peruana y otros ensayos. Lima: Editorial Juan Mejía Baca, 1958.
Por Jorge Basadre
Historiador y Profesor de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos
miércoles, noviembre 14, 2007
El Perú moderno (lo hemos dicho muchas veces) debe a la época pre-hispánica la base territorial y parte de la población; de la época hispánica provienen también la base territorial, otra parte de la población y el contacto con la cultura de Occidente; y la época de la Emancipación aporta el sentido de la independencia y de la soberanía. Mas en esta última etapa, madura asimismo un elemento psicológico sutil que puede ser llamado la promesa.
El sentido de la independencia y de la soberanía no surge bruscamente. Dentro de una concepción estática de la historia el período de tiempo comprendido entre 1532 y 1821 se llama la Colonia. Para una concepción dinámica de la historia, dicha época fue la de la formación de una sociedad nueva por un proceso de rápida “transculturación”, proceso en el cual aparecieron como factores descollantes la penetración de los elementos occidentales en estos países, la absorción de elementos de origen americano hecha por Occidente, el mestizaje, el criollismo y la definición de una conciencia autonomista.
Los americanos se lanzaron a la osada aventura de la Independencia no sólo en nombre de reivindicaciones humanas menudas: obtención de puestos públicos, ruptura del monopolio económico, etc. Hubo en ellos también algo así como una angustia metafísica que se resolvió en la esperanza de que viviendo libres cumplirían su destino colectivo. Nada más lejos del elemento psicológico llamado la promesa que la barata retórica electoral periódica y comúnmente usada. Se trata, de algo colocado en un plano distinto de pasajeras banderías. Aún en los primeros momentos de la independencia así quedó evidenciado. Los llamados separatistas o patriotas entraron en discordias intestinas demasiado pronto, antes de ganar esa guerra, aún antes de empezar a ganarla. Se dividieron en monárquicos y republicanos y los republicanos, a su vez, en conservadores y liberales, en partidarios del presidente vitalicio y del presidente con un período corto de gobierno, en federales y unitarios. Y sin embargo, a pesar de todo el fango que con tal motivo mutuamente se lanzaron, y a pesar de la sangre con frenesí vertida entonces, para todos ellos esa victoria en la guerra de la Independencia al fin lograda después de catorce años, apenas si fue un amanecer. Bolívar y San Martín, Vidaurre y Luna Pizarro, Monteagudo y Sánchez Carrión, por hondas que fuesen sus divergencias, en eso estuvieron de acuerdo.
Las nacionalidades hispano-americanas tienen, pues, un signo dinámico en su ruta. Su antecedente inmediato fue una guerra dura y larga; su origen lejano, un fenómeno de crecimiento espiritual dentro del proceso vertiginoso de la “transculturación” de la civilización occidental en este suelo simbólicamente llamado el “Nuevo Mundo”. Y por eso se explica que en el instante de su nacimiento como Estados soberanos, alejaran su mirada del ayer para volcarla con esperanza en el porvenir.
Esa esperanza, esa promesa, se concretó dentro de un ideal de superación individual y colectiva que debía ser obtenido por el desarrollo integral de cada país, la explotación de sus riquezas, la defensa y acrecentamiento de su población, la creación de un “mínimun” de bienestar para cada ciudadano y de oportunidades adecuadas para ellos. En cada país, vino a ser en resumen, una visión de poderío y de éxito, para cuyo cumplimiento podrían buscarse los medios o vehículos más variados, de acuerdo con el ambiente de cada generación.
En el caso concreto del Perú, sin saberlo, la promesa recogió algunos elementos ya conocidos en el pasado trasformándolos. Los incas para sus conquistas inicialmente procuraron hacer ver a las tribus cuya agregación al Imperio buscaban, las perspectivas de una vida más ordenada y más próspera. Más tarde, incorporado el Perú a la cultura occidental, su nombre sonó universalmente como fascinador anuncio de riqueza y de bienestar. Al fundarse la Independencia, surgió también, un anhelo de concierto y comunidad: “Firme y feliz por la Unión”, dijo, por eso, el lema impreso en la moneda peruana. Y surgió igualmente en la Emancipación un anuncio de riqueza y de bienestar proveniente no sólo de las minas simbolizadas por la cornucopia grabada en el escudo nacional sino también por todas las riquezas que el Perú alberga en los demás reinos de la naturaleza, que el mismo escudo simboliza en la vicuña y en el árbol de la quina. Un fermento adicional tuvo todavía la promesa republicana que el “quipu”, inca y el pergamino colonial no pudieron ostentar porque ambos correspondían a un tipo de vida socialmente estratificada: el fermento igualitario, o sea el profundo contenido de reivindicación humana que alienta en el ideal emancipador y que tiene su máxima expresión en el “Somos libres” del himno.
Lágrimas de gozo derramáronse en la Plaza de Armas de Lima el 28 de julio de 1821; con majestad sacerdotal se sentaron los hombres del primer Congreso Constituyente en sus escaños; heroicamente fueron vertidos torrentes de sangre tantas veces, estentóreos sonaron los gritos de tantas muchedumbres incluyendo las que vocearon su solidaridad con México, Cuba y Centro América amenazados y las que combatieron cantando el 2 de mayo de 1866. Y sin embargo ¡cuán pronto se escucha también en nuestro siglo XIX quejas y protestas, voces de ira y desengaño, recitaciones vacías, loas serviles, alardes mentidos, y se ven al mismo tiempo, encumbramientos injustos, pecados impunes, arbitrariedades cínicas y oportunidades malgastadas!
A pesar de todo, en los mejores, la fuerza formativa e inspiradora de la promesa siguió alentando. Dejarla caer implicó el peligro de que otros la recogieran para usarla en su propio beneficio, quizás sin entender bien que el destino dinámico de estas patrias, para ser adecuadamente cumplido, necesita realizarse sin socavar la cohesión nacional y los principios necesarios para el mantenimiento de su estabilidad. Porque careciendo de otros vínculos históricos, algunos de estos países tienen como más importante en común sólo su tradición y su destino.
En aquel ámbito de la vida republicana sobre el cual resulta posible intentar un juicio histórico, llaman preferentemente la atención dos entre los diferentes modos como se intentó el cumplimiento de la promesa: el debate entre las ideas de libertad y autoridad y el afán de acelerar el progreso material.
El dilema libertad-autoridad no estuvo felizmente planteado por los ideólogos del siglo XIX. Los liberales se dejaron llevar por la corriente de exagerado individualismo que después de la Revolución Francesa surgió en Europa. Tuvieron de la libertad un concepto atómico y mecánico. No miraron a la colectividad como a una unidad orgánica. En las Constituciones de 1823, 1828, 1834, 1856 y 1867 intentaron el debilitamiento del Ejecutivo y pusieron en todo instante una fe excesiva en el sufragio, cuya máxima ampliación buscaron. Por su parte, los conservadores fueron incrédulos ante la ilusión del sufragio, criticaron la acción del Poder Legislativo (léanse, por ejemplo, las páginas de “La Verdad” en 1832 y las notas de Bartolomé Herrera al texto de
Derecho Público de Pinheiro Ferreira) y quisieron fortalecer el Ejecutivo. Pero a veces les caracterizó su falta de espíritu de progreso, su carencia de fe en el país y su poca cohesión. Los liberales, en cambio, tuvieron seducción en su propaganda, optimismo, inquietud por los humildes. Cabe pensar, por eso, que el ideal habría sido “encontrar, una fórmula que recogiendo los matices mejores de ambas concepciones fuese hacia un Estado fuerte pero identificado con el pueblo para realizar con energía y poder una obra democrática” (Son palabras de quien escribe también estas líneas, incluidas en un estudio titulado “La Monarquía en el Perú”, que se publicó en 1928).
El afán exclusivo por el progreso material se plantea por primera vez en gran escala por acción de Enrique Meiggs hacia 1870. Este hombre de negocios norteamericano había vivido en Estados Unidos durante el rápido tránsito de dicho país desde la vida agrícola hacia la vida industrial. Había visto Meiggs, por lo tanto, surgir y desarrollarse aquella exuberancia de energía, aquella actividad casi frenética que siguió a la guerra de Secesión, mediante las construcciones de ferrocarriles, la difusión del teléfono y del cable y las especulaciones osadas de los bancos y bolsas comerciales. Modelar el continente para beneficio del hombre y participar en las grandes ganancias que de allí resultan: ese fue el ideal de dicha época. Meiggs quiso aplicar bruscamente la misma panacea en el Perú. De allí la febril construcción de ferrocarriles, los grandes empréstitos, “el vértigo comercial que arrastró a los hombres de negocios a toda clase de negocios”. Bien pronto sin embargo vinieron la formidable oposición ante la nueva política económica, la tragedia de los hermanos Gutiérrez, la crisis que precedió a la guerra con Chile. La experiencia evidenció así que el desarrollo material del país no debía ser una meta única. Evidenció también que este mismo desarrollo, para ser sólido, necesita basarse no sólo en la hacienda pública sino también en una permanente estructura industrial y comercial, y que en la administración fiscal preciso es dar importancia, al lado del aumento de las rentas y de los gastos, a un maduro y sistemático plan económico.
¿Para qué se fundó la República? Para cumplir la promesa que en ella se simbolizó. Y en el siglo XIX, una de las formas de cumplir esa promesa pareció ser durante un tiempo la preocupación ideológica por el Estado y más tarde la búsqueda exclusiva del desarrollo material del país. En el primer caso, el objetivo por alcanzar fue el Estado eficiente; en el segundo caso, fue el país progresista. Mas en la promesa alentaba otro elemento que ya no era político ni económico. Era un elemento de contenido espiritual, en relación con las esencias mismas de la afirmación nacional. ¿Comprendieron y desarrollaron íntegramente y de modo exhaustivo ese otro matiz de la promesa los hombres del siglo XIX que, por lo demás, no malograron ni la estabilidad del Estado ni el integral progreso del país? He aquí lo que un peruano, también del mismo siglo escribió: “Como individuo y como conjunto, finalmente, el hombre necesita tener un ideal que perseguir, una esperanza que realizar. Por ese ideal y conforme al que se trazan, se hacen los hombres y los pueblos. Cuando carecen de él se arrastran, como nosotros, perezosos, desalentados, perdidos en el desierto, sin luz en los ojos ni esperanza en el corazón. Crearlo digno y levantado y mantenerlo siempre viviente para los individuos y para el conjunto es suprema necesidad de todo el pueblo y misión encomendada a los que lo guían”.
(*) La promesa de la vida peruana y otros ensayos. Lima: Editorial Juan Mejía Baca, 1958.
Mariano Ignacio Prado: Derrota en la Guerra del Pacífico e ineptitud militar del presidente que desertó frente al enemigo chileno
Mariano Ignacio Prado: Derrota en la Guerra del Pacífico e ineptitud militar del presidente que desertó frente al enemigo chileno
Cronología de la Guerra del Pacífico en su relación con la deserción de Mariano Ignacio Prado. Haga clic sobre la imagen para ampliarla en una nueva pantalla.
El factor desencadenante de la deserción del presidente Prado fue la acumulación de fracasos militares en la guerra con Chile, resultado en medida significativa de su actuación como Director Supremo de la Guerra.
Mariano Ignacio Prado fue presidente del Perú durante los primeros ocho meses del conflicto con Chile, es decir entre el 5 de abril –fecha de declaración de la guerra– y el 18 de diciembre de 1879 –fecha de su deserción–. Sin embargo, innecesariamente y por propia iniciativa, Prado añadió a sus responsabilidades como jefe de estado las funciones de comandante general del ejército y la marina. Su autonombramiento como Director Supremo de la Guerra se produjo a través de un decreto emitido el 16 de mayo de 1879. En el dispositivo, el mandatario precisó que era indispensable y urgente la necesidad que asuma el mando como general en jefe de las fuerzas de mar y tierra. El instrumento legal no indicó las razones por las que el presidente consideró “indispensable y urgente” que el Perú lo nombrara comandante general de las fuerzas armadas.
Durante su gestión como Director Supremo de la Guerra, el Perú perdió la fragata Independencia –su mejor y más moderno navío– en el desastroso combate de Iquique. Debió sobrellevar el sacrifico heroico de Miguel Grau –la esperanza ofensiva y defensiva del Perú– y la pérdida del monitor Huáscar en el combate de Angamos. Tras ambas derrotas y con la captura de la cañonera Pilcomayo, Chile pasó a dominar la costa del Pacifico Sur y con ello el futuro de la guerra. En tierra los resultados tampoco fueron positivos para Prado pues las fuerzas peruanas fueron vencidas en los combates de Pisagua y San Francisco.
La derrota experimentada en San Francisco –y el consiguiente avance hacia el norte del enemigo chileno– pesó definitivamente en el ánimo de Prado para decidir su huida. Fue así como el 26 de noviembre de 1879, súbitamente, Mariano partió hacia Lima. Entregó el mando de las fuerzas peruanas en Arica al contralmirante Lizardo Montero –para quien creó el cargo de jefe superior político y militar de los departamentos del sur– y se embarcó en ese puerto, de incógnito, en el vapor Limeña de la compañía inglesa Pacific Steam Navigation Company.
Al día siguiente de abandonar el mando, las fuerzas peruanas vencieron al enemigo chileno en la batalla de Tarapacá. No obstante, las tropas vencedoras, exhaustas y faltas de pertrechos, debieron retirarse hacia Arica, con lo que el Perú perdió el dominio del departamento de Tarapacá.
Volviendo al análisis de la abrupta salida de Prado hacia Lima, debe hacerse notar que el 28 de noviembre tres naves chilenas establecieron el bloqueo de Arica. Si Mariano hubiera demorado dos días en salir de ese puerto no hubiera podido escapar por vía marítima…
El diario El Nacional, publicado en Lima el 29 de noviembre de 1879, resumió de la siguiente manera los resultados de la guerra bajo la Dirección Suprema de Mariano Ignacio Prado (1):
En el corto espacio de cuarenta días, ha ido muy lejos el triste itinerario de nuestros desastres y los días 8 de octubre, 2, 19 y 20 de noviembre, recordando las fechas nefastas de Angamos, Pisagua, San Francisco e Iquique, llevarán a la posteridad en los bronces de la historia todos estos cúmulos de desgracias:
– La pérdida de nuestro poder marítimo;
– La pérdida de nuestros mejores blindados;
– La pérdida del contraalmirante Grau y nuestros más dignos marinos;
– La pérdida de la campaña naval;
– La pérdida de Pisagua;
– La pérdida de su fortificación y artillería;
– La pérdida de muchos de nuestros soldados, nuestros heridos y prisioneros;
– La pérdida de una vía férrea militar de cincuenta millas, con las importantes posiciones del Hospicio, Dolores, Santa Catalina y Agua Santa, y entre medio de éstas la inexpugnable y estratégica altura del cerro San Francisco;
– La pérdida de nuestros parques, armamentos y cañones;
– La pérdida de nuestros almacenes y depósitos de víveres;
– La pérdida de la primera campaña terrestre;
– La pérdida de Iquique con sus fortificaciones, artillería, ferrocarril de 26 millas y telégrafos, y
– La pérdida de Patillos con su ferrocarril y telégrafos hasta Lagunas.
Todo esto quiere decir que hemos sufrido:
– La pérdida de nuestro territorio hasta el grado 19;
– La pérdida de más de 1,800 leguas cuadradas de la superficie del Perú;
– La pérdida íntegra del departamento de Tarapacá;
– La pérdida de cerca de 200,000 habitantes de población;
– La de nuestros ferrocarriles y telégrafos por cerca de doscientas millas, importantes más de 20,000,000 de pesos fuertes;
– La pérdida de los tres puertos de Patillos, Iquique y Pisagua y sus correspondientes caletas;
– La pérdida de 20,000,000 de pesos fuertes en oficinas salitreras;
– La pérdida de 1,800 millas de terrenos salitrales, importantes 28,000,000 de libras esterlinas, o sea 140,000,000 de pesos fuertes;
– La pérdida de nuestras rentas de guano y salitre, importantes, libremente, 10,000,000 de pesos por año, en metálico y en fin…
– La pérdida de la integridad y los más caros derechos del Perú, como nación independiente y soberana!!!
Por todos los poros de nuestro organismo mana la sangre de nuestra vergüenza y del vilipendio que un puñado de funcionarios, indignos por su ineptitud, han echado sobre la república...
Decreto de Mariano Ignacio Prado autonombrándose Director Supremo de la Guerra, 16 de mayo de 1879
Ineptitud militar de Mariano Ignacio Prado
Para ejercer la dirección de la guerra con Chile, el país necesitaba un líder adecuadamente preparado, con formación militar actualizada y experiencia castrense. Prado nunca fue un soldado; fue un político que hizo a otros empuñar las armas en beneficio de sus conspiraciones. Muchos de estos episodios terminaron en derrota para él, particularmente los más cercanos en el tiempo a los años de la Guerra del Pacífico.
La formación académica de Prado incluye algunos estudios de abogacía realizados en el Convictorio de San Carlos. Su primer contacto con las armas –si puede llamársele así– se produjo en 1854, cuando participó en la revuelta de Castilla contra Echenique. Por su intervención en esa conspiración, a fines de ese año recibió el grado de teniente coronel del ejército. En la siguiente década, Prado desempeñó diversas prefecturas y jefaturas políticas departamentales. En 1865, siendo prefecto de Arequipa, se levantó contra el régimen de Pezet, en protesta por el tratado Vivanco-Pareja firmado por ese gobierno con España. Dicha acción originó que sea designado presidente de la república el 25 de abril de ese año. Su gobierno adquirió el carácter de dictadura el 26 de noviembre de 1865.
Siendo Prado dictador del Perú se produjo en el Callao el combate del 2 de mayo de 1866 contra la flota española. Ésta venía de bombardear Valparaíso inmisericordemente el 31 de marzo de 1866. Intentó hacer lo mismo en el Callao pero fue rechazada por las baterías peruanas. Alcanzaron la gloria en ese combate un selecto grupo de peruanos, entre los que la Historia recuerda especialmente el nombre del coronel José Gálvez, secretario de Guerra de Prado y director de las fuerzas peruanas en el teatro de operaciones. Gálvez murió hecho pedazos por una explosión en la torre de La Merced.
Prado no podía desaprovechar el sacrificio glorioso de su ministro. A partir del combate del Callao, Mariano comenzó a autoproclamarse como “héroe del 2 de mayo”, no obstante que en ningún momento de esa jornada épica estuvo presente en las baterías del Callao (2). Su relación con el combate del 2 de mayo se limitó a su desempeño en ese momento como dictador del país. Por ese hecho, en octubre de 1866 Chile nombró a Prado como general de división del ejército chileno (3).
Siendo Mariano Ignacio Prado dictador del Perú debió enfrentar la sublevación de Diez Canseco en Arequipa. En lo que podría considerarse un anuncio de los fracasos que le esperaban en la guerra con Chile, mariano fue derrotado militarmente por el rebelde Diez Canseco. A lo largo de ochenta días, entre el 16 de octubre de 1867 –fecha en la que Prado llegó a Islay– y hasta el 5 de enero de 1868 –en que el dictador se retiró al Callao– el autotitulado “héroe del 2 de mayo” bombardeó e intentó tomar por asalto Arequipa en dos ocasiones, siendo rechazado en ambas oportunidades.
Como consecuencia del fiasco militar en Arequipa y el consiguiente éxito de la sublevación de Diez Canseco, Prado dimitió el 5 de enero de 1868 y se embarcó para Chile cinco días después. Llegó a Santiago ostentando el grado de general de división del ejército chileno, que le había sido conferido por la nación del sur. Residió en Chile por cinco años en los que estuvo dedicado a explotar una mina de carbón de piedra en Carampangue y a organizar el embellecimiento del Paseo Santa Lucía de Santiago, obra de la cual fue principal responsable.
En 1873 Prado regresó al Perú. En abril de ese año fue ascendido por el poder ejecutivo a general de brigada del ejército. Obviamente, sustentaron la promoción de Prado conveniencias políticas y no merecimientos militares. Debe tenerse presente que en 1873 desempeñaba la presidencia don Manuel Pardo, quien siete años antes había sido secretario de Hacienda del propio Prado, durante la dictadura del ascendido exembellecedor de la ciudad del Mapocho.
Reintegrado a sus actividades políticas, Prado fue electo diputado por Cañete en 1874. El 31 de enero de 1875 se presentó como candidato presidencial para las elecciones de octubre de ese año. En todo el país los comicios primarios fueron sangrientos. Los resultados finales de la elección dieron como ganador a Prado y fueron dados a conocer siete meses después, el 7 de mayo de 1876. El 2 de agosto siguiente, Mariano Ignacio Prado asumió la presidencia del Perú, la que desempeño por tres años y cuatro meses, hasta el día de su deserción en el vapor Paita, el 18 de diciembre de 1879.
Ha sido necesario practicar esta revisión de la vida de Prado para sustentar la afirmación que Mariano fue un político ambicioso y hábil para utilizar en provecho propio los vínculos que supo establecer con otros políticos en ascenso o en el poder. Más aún, evidenció una clara disposición para capitalizar en su favor glorias ajenas, como la del sacrificio de José Gálvez, su secretario de Guerra, en el combate del Callao del 2 de mayo de 1866. Como ya se ha explicado, a pesar de no haber participado en el hecho de armas ni haber estado presente en las baterías del Callao, Prado fomentó se le llamase “héroe del 2 de mayo”, título que le confirió inmerecido prestigio.
Sin embargo, su aventurerismo político no confiere a Mariano Ignacio Prado calificaciones como militar ni como líder de una nación en guerra. Prado nunca fue realmente un soldado, mucho menos un verdadero comandante. Si tuvo algún limitado –y últimamente infructuoso– contacto con las armas antes del conflicto con Chile, lo fue en razón de su actuación como conspirador o atendiendo al logro de sus designios políticos. Las promociones que obtuvo en el escalafón no respondieron a méritos ni logros militares. Los ascensos que logró en la jerarquía castrense fueron obra de políticos –en el Perú y en Chile– agradecidos por sus servicios políticos.
No siendo un soldado a carta cabal, Prado carecía de los conocimientos, aptitud y experiencia para desempeñar la Dirección Suprema de la Guerra contra Chile. Su falta de liderazgo y su ineptitud militar se encuentran en medida importante detrás del desastre peruano en los primeros ocho meses de la Guerra del Pacífico. También explican en proporción significativa, mas no totalmente, su deserción del Perú el 18 de diciembre de 1879.
Fuentes citadas
(1) Benjamín Vicuña Mackenna. 1893. Historia de la Campaña de Tacna y Arica 1879-1880. Santiago de Chile: Rafael Jover editor, segunda edición, pp. 82-84.
(2) Basadre, Jorge. 1968-70. Historia de la República del Perú. Lima: Editorial Universitaria, sexta edición corregida y aumentada, vol. 7, p. 222.
(3) Basadre, Jorge. 1968-70. Historia de la República del Perú. Lima: Editorial Universitaria, sexta edición corregida y aumentada, vol. 5, p. 343.
Cronología de la Guerra del Pacífico en su relación con la deserción de Mariano Ignacio Prado. Haga clic sobre la imagen para ampliarla en una nueva pantalla.
El factor desencadenante de la deserción del presidente Prado fue la acumulación de fracasos militares en la guerra con Chile, resultado en medida significativa de su actuación como Director Supremo de la Guerra.
Mariano Ignacio Prado fue presidente del Perú durante los primeros ocho meses del conflicto con Chile, es decir entre el 5 de abril –fecha de declaración de la guerra– y el 18 de diciembre de 1879 –fecha de su deserción–. Sin embargo, innecesariamente y por propia iniciativa, Prado añadió a sus responsabilidades como jefe de estado las funciones de comandante general del ejército y la marina. Su autonombramiento como Director Supremo de la Guerra se produjo a través de un decreto emitido el 16 de mayo de 1879. En el dispositivo, el mandatario precisó que era indispensable y urgente la necesidad que asuma el mando como general en jefe de las fuerzas de mar y tierra. El instrumento legal no indicó las razones por las que el presidente consideró “indispensable y urgente” que el Perú lo nombrara comandante general de las fuerzas armadas.
Durante su gestión como Director Supremo de la Guerra, el Perú perdió la fragata Independencia –su mejor y más moderno navío– en el desastroso combate de Iquique. Debió sobrellevar el sacrifico heroico de Miguel Grau –la esperanza ofensiva y defensiva del Perú– y la pérdida del monitor Huáscar en el combate de Angamos. Tras ambas derrotas y con la captura de la cañonera Pilcomayo, Chile pasó a dominar la costa del Pacifico Sur y con ello el futuro de la guerra. En tierra los resultados tampoco fueron positivos para Prado pues las fuerzas peruanas fueron vencidas en los combates de Pisagua y San Francisco.
La derrota experimentada en San Francisco –y el consiguiente avance hacia el norte del enemigo chileno– pesó definitivamente en el ánimo de Prado para decidir su huida. Fue así como el 26 de noviembre de 1879, súbitamente, Mariano partió hacia Lima. Entregó el mando de las fuerzas peruanas en Arica al contralmirante Lizardo Montero –para quien creó el cargo de jefe superior político y militar de los departamentos del sur– y se embarcó en ese puerto, de incógnito, en el vapor Limeña de la compañía inglesa Pacific Steam Navigation Company.
Al día siguiente de abandonar el mando, las fuerzas peruanas vencieron al enemigo chileno en la batalla de Tarapacá. No obstante, las tropas vencedoras, exhaustas y faltas de pertrechos, debieron retirarse hacia Arica, con lo que el Perú perdió el dominio del departamento de Tarapacá.
Volviendo al análisis de la abrupta salida de Prado hacia Lima, debe hacerse notar que el 28 de noviembre tres naves chilenas establecieron el bloqueo de Arica. Si Mariano hubiera demorado dos días en salir de ese puerto no hubiera podido escapar por vía marítima…
El diario El Nacional, publicado en Lima el 29 de noviembre de 1879, resumió de la siguiente manera los resultados de la guerra bajo la Dirección Suprema de Mariano Ignacio Prado (1):
En el corto espacio de cuarenta días, ha ido muy lejos el triste itinerario de nuestros desastres y los días 8 de octubre, 2, 19 y 20 de noviembre, recordando las fechas nefastas de Angamos, Pisagua, San Francisco e Iquique, llevarán a la posteridad en los bronces de la historia todos estos cúmulos de desgracias:
– La pérdida de nuestro poder marítimo;
– La pérdida de nuestros mejores blindados;
– La pérdida del contraalmirante Grau y nuestros más dignos marinos;
– La pérdida de la campaña naval;
– La pérdida de Pisagua;
– La pérdida de su fortificación y artillería;
– La pérdida de muchos de nuestros soldados, nuestros heridos y prisioneros;
– La pérdida de una vía férrea militar de cincuenta millas, con las importantes posiciones del Hospicio, Dolores, Santa Catalina y Agua Santa, y entre medio de éstas la inexpugnable y estratégica altura del cerro San Francisco;
– La pérdida de nuestros parques, armamentos y cañones;
– La pérdida de nuestros almacenes y depósitos de víveres;
– La pérdida de la primera campaña terrestre;
– La pérdida de Iquique con sus fortificaciones, artillería, ferrocarril de 26 millas y telégrafos, y
– La pérdida de Patillos con su ferrocarril y telégrafos hasta Lagunas.
Todo esto quiere decir que hemos sufrido:
– La pérdida de nuestro territorio hasta el grado 19;
– La pérdida de más de 1,800 leguas cuadradas de la superficie del Perú;
– La pérdida íntegra del departamento de Tarapacá;
– La pérdida de cerca de 200,000 habitantes de población;
– La de nuestros ferrocarriles y telégrafos por cerca de doscientas millas, importantes más de 20,000,000 de pesos fuertes;
– La pérdida de los tres puertos de Patillos, Iquique y Pisagua y sus correspondientes caletas;
– La pérdida de 20,000,000 de pesos fuertes en oficinas salitreras;
– La pérdida de 1,800 millas de terrenos salitrales, importantes 28,000,000 de libras esterlinas, o sea 140,000,000 de pesos fuertes;
– La pérdida de nuestras rentas de guano y salitre, importantes, libremente, 10,000,000 de pesos por año, en metálico y en fin…
– La pérdida de la integridad y los más caros derechos del Perú, como nación independiente y soberana!!!
Por todos los poros de nuestro organismo mana la sangre de nuestra vergüenza y del vilipendio que un puñado de funcionarios, indignos por su ineptitud, han echado sobre la república...
Decreto de Mariano Ignacio Prado autonombrándose Director Supremo de la Guerra, 16 de mayo de 1879
Ineptitud militar de Mariano Ignacio Prado
Para ejercer la dirección de la guerra con Chile, el país necesitaba un líder adecuadamente preparado, con formación militar actualizada y experiencia castrense. Prado nunca fue un soldado; fue un político que hizo a otros empuñar las armas en beneficio de sus conspiraciones. Muchos de estos episodios terminaron en derrota para él, particularmente los más cercanos en el tiempo a los años de la Guerra del Pacífico.
La formación académica de Prado incluye algunos estudios de abogacía realizados en el Convictorio de San Carlos. Su primer contacto con las armas –si puede llamársele así– se produjo en 1854, cuando participó en la revuelta de Castilla contra Echenique. Por su intervención en esa conspiración, a fines de ese año recibió el grado de teniente coronel del ejército. En la siguiente década, Prado desempeñó diversas prefecturas y jefaturas políticas departamentales. En 1865, siendo prefecto de Arequipa, se levantó contra el régimen de Pezet, en protesta por el tratado Vivanco-Pareja firmado por ese gobierno con España. Dicha acción originó que sea designado presidente de la república el 25 de abril de ese año. Su gobierno adquirió el carácter de dictadura el 26 de noviembre de 1865.
Siendo Prado dictador del Perú se produjo en el Callao el combate del 2 de mayo de 1866 contra la flota española. Ésta venía de bombardear Valparaíso inmisericordemente el 31 de marzo de 1866. Intentó hacer lo mismo en el Callao pero fue rechazada por las baterías peruanas. Alcanzaron la gloria en ese combate un selecto grupo de peruanos, entre los que la Historia recuerda especialmente el nombre del coronel José Gálvez, secretario de Guerra de Prado y director de las fuerzas peruanas en el teatro de operaciones. Gálvez murió hecho pedazos por una explosión en la torre de La Merced.
Prado no podía desaprovechar el sacrificio glorioso de su ministro. A partir del combate del Callao, Mariano comenzó a autoproclamarse como “héroe del 2 de mayo”, no obstante que en ningún momento de esa jornada épica estuvo presente en las baterías del Callao (2). Su relación con el combate del 2 de mayo se limitó a su desempeño en ese momento como dictador del país. Por ese hecho, en octubre de 1866 Chile nombró a Prado como general de división del ejército chileno (3).
Siendo Mariano Ignacio Prado dictador del Perú debió enfrentar la sublevación de Diez Canseco en Arequipa. En lo que podría considerarse un anuncio de los fracasos que le esperaban en la guerra con Chile, mariano fue derrotado militarmente por el rebelde Diez Canseco. A lo largo de ochenta días, entre el 16 de octubre de 1867 –fecha en la que Prado llegó a Islay– y hasta el 5 de enero de 1868 –en que el dictador se retiró al Callao– el autotitulado “héroe del 2 de mayo” bombardeó e intentó tomar por asalto Arequipa en dos ocasiones, siendo rechazado en ambas oportunidades.
Como consecuencia del fiasco militar en Arequipa y el consiguiente éxito de la sublevación de Diez Canseco, Prado dimitió el 5 de enero de 1868 y se embarcó para Chile cinco días después. Llegó a Santiago ostentando el grado de general de división del ejército chileno, que le había sido conferido por la nación del sur. Residió en Chile por cinco años en los que estuvo dedicado a explotar una mina de carbón de piedra en Carampangue y a organizar el embellecimiento del Paseo Santa Lucía de Santiago, obra de la cual fue principal responsable.
En 1873 Prado regresó al Perú. En abril de ese año fue ascendido por el poder ejecutivo a general de brigada del ejército. Obviamente, sustentaron la promoción de Prado conveniencias políticas y no merecimientos militares. Debe tenerse presente que en 1873 desempeñaba la presidencia don Manuel Pardo, quien siete años antes había sido secretario de Hacienda del propio Prado, durante la dictadura del ascendido exembellecedor de la ciudad del Mapocho.
Reintegrado a sus actividades políticas, Prado fue electo diputado por Cañete en 1874. El 31 de enero de 1875 se presentó como candidato presidencial para las elecciones de octubre de ese año. En todo el país los comicios primarios fueron sangrientos. Los resultados finales de la elección dieron como ganador a Prado y fueron dados a conocer siete meses después, el 7 de mayo de 1876. El 2 de agosto siguiente, Mariano Ignacio Prado asumió la presidencia del Perú, la que desempeño por tres años y cuatro meses, hasta el día de su deserción en el vapor Paita, el 18 de diciembre de 1879.
Ha sido necesario practicar esta revisión de la vida de Prado para sustentar la afirmación que Mariano fue un político ambicioso y hábil para utilizar en provecho propio los vínculos que supo establecer con otros políticos en ascenso o en el poder. Más aún, evidenció una clara disposición para capitalizar en su favor glorias ajenas, como la del sacrificio de José Gálvez, su secretario de Guerra, en el combate del Callao del 2 de mayo de 1866. Como ya se ha explicado, a pesar de no haber participado en el hecho de armas ni haber estado presente en las baterías del Callao, Prado fomentó se le llamase “héroe del 2 de mayo”, título que le confirió inmerecido prestigio.
Sin embargo, su aventurerismo político no confiere a Mariano Ignacio Prado calificaciones como militar ni como líder de una nación en guerra. Prado nunca fue realmente un soldado, mucho menos un verdadero comandante. Si tuvo algún limitado –y últimamente infructuoso– contacto con las armas antes del conflicto con Chile, lo fue en razón de su actuación como conspirador o atendiendo al logro de sus designios políticos. Las promociones que obtuvo en el escalafón no respondieron a méritos ni logros militares. Los ascensos que logró en la jerarquía castrense fueron obra de políticos –en el Perú y en Chile– agradecidos por sus servicios políticos.
No siendo un soldado a carta cabal, Prado carecía de los conocimientos, aptitud y experiencia para desempeñar la Dirección Suprema de la Guerra contra Chile. Su falta de liderazgo y su ineptitud militar se encuentran en medida importante detrás del desastre peruano en los primeros ocho meses de la Guerra del Pacífico. También explican en proporción significativa, mas no totalmente, su deserción del Perú el 18 de diciembre de 1879.
Fuentes citadas
(1) Benjamín Vicuña Mackenna. 1893. Historia de la Campaña de Tacna y Arica 1879-1880. Santiago de Chile: Rafael Jover editor, segunda edición, pp. 82-84.
(2) Basadre, Jorge. 1968-70. Historia de la República del Perú. Lima: Editorial Universitaria, sexta edición corregida y aumentada, vol. 7, p. 222.
(3) Basadre, Jorge. 1968-70. Historia de la República del Perú. Lima: Editorial Universitaria, sexta edición corregida y aumentada, vol. 5, p. 343.
sábado, 24 de julio de 2010
Relaves Mineros Mataron la Vida en sus Distintas Formas en Angaraes.
Relaves Mineros Mataron la Vida en sus Distintas Formas en Angaraes.
Escrito por Administrator Domingo, 25 de Julio de 2010 01:35
(Angaraes.com 16JUL2010)
Luego de recoger los testimonios de la población, de ver las impactantes fotografías inéditas, videos de cómo está muriendo un pez, corroboramos que las consecuencias se traducirá en una palabra: POBREZA . Los relaves vertidos el pasado 25 de junio han destruido cientos de kilómetros de ríos que albergaban vida en sus aguas, miles de peces, bagres, ranas y algas han sucumbido en los mortíferos relaves cargados de plomo que hasta la fecha siguen sedimentados en los lechos de los ríos de Huancavelica y Ayacucho.
Muerte de Trucha y Sapos
Así fue de cierto lo que el ingeniero Juan Ospina Núñez, especialista en cuencas hidrográficas y miembro de la Mesa de Diálogo de la Descontaminación del Río Mantaro afirmó que: “Todo ser vivo que haya podido existir en dichos ríos ha tenido que ser destruido por los deshechos de minerales que se precipitaron a sus cauces porque estos son altamente tóxicos y contienen toda clase de reactivos químicos (ácidos) que se utilizan en el tratamiento de los concentrados de minerales”.
Estimó que los relaves mineros continuarán matando toda la biodiversidad que exista aguas abajo. “La contaminación es total hasta la desembocadura del río Opamayo en el Urubamba”, sostuvo el especialista, días atrás a la confirmación de las imágenes de truchas muertas en costales.
Días siguientes al crimen ecológico en ambas márgenes del río Opamayo y Lircay en Angaraes, muchos pobladores, entre ellos niños recogían en costales cientos de truchas para ofertarlos en los mercados para su comercialización, desconociendo el peligro por el alto grado tóxico que contenían dichos peces muertos por los relaves de la empresa minera Caudalosa. Dada la densidad de desechos químicos vertidos a los ríos, la vida animal y vegetal han sido borrados de estos cauces por un buen tiempo, privando a muchas familias el acceso a la pesca de truchas, actividad que ya se estaba desarrollándose y que se había convertido en el sustento de muchas personas, pero todo esto fue cegado por la minería irresponsable y por culpa de funcionarios corruptos que no advirtieron y no advierten aún el peligro de esas canchas de relave artesanales que se encuentran a punto de colapsar nuevamente.
Muerte de Animales Mayores
La muerte y destrucción no sólo fue para los peces y sapos como muestran las imágenes; sino también para animales mayores, tales como ovejas, asnos, vacas que como animales no saben que esas aguas ya no sirven para nada, mucho menos para beber, por lo que sus pastores tendrán que estar mas atentos y llevarles a fuentes de aguas alternativas de puquiales cercanos.
Muerte de Riachuelos.
Muchas veces las noticias se centran en los ríos Mayores olvidando que la muerte también alcanza a los riachuelos dado que ni bien sus aguas cristalinas tocan al río grande ya automáticamente se convierten en aguas contaminadas, tal es el caso del río Chunomayo en Huachocolpa, del río Carhuapata en Tucsi, del río Loqlos en Palpo, del río Sicra en la ciudad de Lircay, del riachuelo Leche mayo en Huayllay Chico, de los riachuelos de Ocopa en el río Lircay, todas estas aguas cristalinas mueren al tocar como afluentes al río mayor, destrucción nociva que engorda mayores caudales de agua contaminada inservible.
Muerte de Cultivos
La muerte va en cadena, río abajo las aguas del río Lircay regaban tierras en los bajíos de Acobamba, dichos cultivos se están secando, porque la desgracia ocasionada por Caudalosa ha hecho que las compuertas se cierren y por ende se pierdan los cultivos.
Finalmente la cadena llega al hombre, antes consumidor de truchas, ya no hay truchas para comer, ya no hay cultivos para cosechar, por ende el hambre y la miseria se asoman con mas fuerza en estos territorios del Perú, que seguramente se traducirán en estadísticas de mayor mortalidad, mayor enfermedad y menor esperanza de vida para miles de pobladores de Huancavelica, Angaraes, Acobamba y Huanta, magnitud de la irresponsabilidad de una empresa minera, que en teoría es catalogada como formal por el ministerio de Energía y Minas, que cumplió los requisitos para asociarse a la SNMP, que en el papel es supervisada por OSINERGMIN, chequeada por el ministerio del Ambiente; ahora vemos con nuestros ojos que la teoría puede ser bonita e ideal, pero que en la práctica, en la realidad esta actividad económica de la extracción de minerales en Huancavelica significa muerte y destrucción a la vida en sus distintas formas, hasta alcanzar al hombre angareño que han empujado al ciclo de la muerte lenta y pareciera un hecho sistemático, dado el silencio de un estado indiferente ante un crimen de esta magnitud, que con justa razón se hace ver como un ente opresor.
Escrito por Administrator Domingo, 25 de Julio de 2010 01:35
(Angaraes.com 16JUL2010)
Luego de recoger los testimonios de la población, de ver las impactantes fotografías inéditas, videos de cómo está muriendo un pez, corroboramos que las consecuencias se traducirá en una palabra: POBREZA . Los relaves vertidos el pasado 25 de junio han destruido cientos de kilómetros de ríos que albergaban vida en sus aguas, miles de peces, bagres, ranas y algas han sucumbido en los mortíferos relaves cargados de plomo que hasta la fecha siguen sedimentados en los lechos de los ríos de Huancavelica y Ayacucho.
Muerte de Trucha y Sapos
Así fue de cierto lo que el ingeniero Juan Ospina Núñez, especialista en cuencas hidrográficas y miembro de la Mesa de Diálogo de la Descontaminación del Río Mantaro afirmó que: “Todo ser vivo que haya podido existir en dichos ríos ha tenido que ser destruido por los deshechos de minerales que se precipitaron a sus cauces porque estos son altamente tóxicos y contienen toda clase de reactivos químicos (ácidos) que se utilizan en el tratamiento de los concentrados de minerales”.
Estimó que los relaves mineros continuarán matando toda la biodiversidad que exista aguas abajo. “La contaminación es total hasta la desembocadura del río Opamayo en el Urubamba”, sostuvo el especialista, días atrás a la confirmación de las imágenes de truchas muertas en costales.
Días siguientes al crimen ecológico en ambas márgenes del río Opamayo y Lircay en Angaraes, muchos pobladores, entre ellos niños recogían en costales cientos de truchas para ofertarlos en los mercados para su comercialización, desconociendo el peligro por el alto grado tóxico que contenían dichos peces muertos por los relaves de la empresa minera Caudalosa. Dada la densidad de desechos químicos vertidos a los ríos, la vida animal y vegetal han sido borrados de estos cauces por un buen tiempo, privando a muchas familias el acceso a la pesca de truchas, actividad que ya se estaba desarrollándose y que se había convertido en el sustento de muchas personas, pero todo esto fue cegado por la minería irresponsable y por culpa de funcionarios corruptos que no advirtieron y no advierten aún el peligro de esas canchas de relave artesanales que se encuentran a punto de colapsar nuevamente.
Muerte de Animales Mayores
La muerte y destrucción no sólo fue para los peces y sapos como muestran las imágenes; sino también para animales mayores, tales como ovejas, asnos, vacas que como animales no saben que esas aguas ya no sirven para nada, mucho menos para beber, por lo que sus pastores tendrán que estar mas atentos y llevarles a fuentes de aguas alternativas de puquiales cercanos.
Muerte de Riachuelos.
Muchas veces las noticias se centran en los ríos Mayores olvidando que la muerte también alcanza a los riachuelos dado que ni bien sus aguas cristalinas tocan al río grande ya automáticamente se convierten en aguas contaminadas, tal es el caso del río Chunomayo en Huachocolpa, del río Carhuapata en Tucsi, del río Loqlos en Palpo, del río Sicra en la ciudad de Lircay, del riachuelo Leche mayo en Huayllay Chico, de los riachuelos de Ocopa en el río Lircay, todas estas aguas cristalinas mueren al tocar como afluentes al río mayor, destrucción nociva que engorda mayores caudales de agua contaminada inservible.
Muerte de Cultivos
La muerte va en cadena, río abajo las aguas del río Lircay regaban tierras en los bajíos de Acobamba, dichos cultivos se están secando, porque la desgracia ocasionada por Caudalosa ha hecho que las compuertas se cierren y por ende se pierdan los cultivos.
Finalmente la cadena llega al hombre, antes consumidor de truchas, ya no hay truchas para comer, ya no hay cultivos para cosechar, por ende el hambre y la miseria se asoman con mas fuerza en estos territorios del Perú, que seguramente se traducirán en estadísticas de mayor mortalidad, mayor enfermedad y menor esperanza de vida para miles de pobladores de Huancavelica, Angaraes, Acobamba y Huanta, magnitud de la irresponsabilidad de una empresa minera, que en teoría es catalogada como formal por el ministerio de Energía y Minas, que cumplió los requisitos para asociarse a la SNMP, que en el papel es supervisada por OSINERGMIN, chequeada por el ministerio del Ambiente; ahora vemos con nuestros ojos que la teoría puede ser bonita e ideal, pero que en la práctica, en la realidad esta actividad económica de la extracción de minerales en Huancavelica significa muerte y destrucción a la vida en sus distintas formas, hasta alcanzar al hombre angareño que han empujado al ciclo de la muerte lenta y pareciera un hecho sistemático, dado el silencio de un estado indiferente ante un crimen de esta magnitud, que con justa razón se hace ver como un ente opresor.
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