miércoles, 14 de julio de 2010

¿DÍA DE LA INDEPENDENCIA O TRAICIÓN A LA INDEPENDENCIA NACIONAL?

¿DÍA DE LA INDEPENDENCIA O TRAICIÓN A LA INDEPENDENCIA NACIONAL?

Desde la traición y magnicidio contra el Inka Atau Wallpa el 26 de julio de 1533, la resistencia Inka fue organizada en todo el Tawantinsuyu, desde la toma de Cusco por Manco Inka en 1535 hasta 1821 en que se inicia la segunda fase de dominación y explotación de los pueblos del Tawantinsuyu.

Está en las páginas de la historia, que desde el levantamiento de José Gabriel Kuntur Kanki en 1780, pueblos de Argentina, Chile, Colombia y Venezuela lograron su independencia. En el Tawantinsuyu los invasores fueron doblegados e expulsados por pueblos alzados en guerra de independencia. En estas condiciones San Martín y su ejército argentino - chileno desembarcan en la bahía de Paracas. El ejército de San Martín no era capaz de hacer mella al ejército realista al mando de La Serna.
San Martín, viene al Perú con idea preconcebida de buscar un entendimiento con la aristocracia invasora. Una vez en suelo tawantisuyano, el plan se ejecuta; la primera conferencia se realiza en Miraflores, con el virrey JOAQUÍN DE LA PEZUELA Y SÁNCHEZ MUÑOZ DE VELASCO, en Septiembre de 1,820; en la conferencia, San Martín propone la continuación de la monarquía colonial y transferencia pacífica del poder a la aristocracia mestiza y criolla. Hipólito Unanue actúa como secretario del Virrey.

Sin embargo, JUAQUIN DE LA PEZUELA, es derrocado por su secuaz La Serna quien era Comandante General del ejército realista en Real Felipe; entonces, San Martin organiza una segunda conferencia, esta vez con el criminal La Serna como Virrey, la conferencia se realiza en la hacienda de Punchauca en Junio de 1,821, en esta conferencia San Martín ratifica lo convenido con PEZUELA, si la salida es pacífica, él impediría la toma de lima por el ejército Tawantinsuyano. Ofrece la continuación de la monarquía colonial y concesiones de todo tipo para los invasores y sus descendientes la aristocracia mestiza y criolla.

Después de la conferencia, La Serna no tiene apuro de enfrentar al ejército andino que cercaba Lima por Huaura, Chosica y Pachacamac. Sin embargo la aristocracia invasora no puede dormir con las guerrillas y montoneras andinas en las puertas de Lima. No tienen la valentía de enfrentar al ejercito andino y cursan suplicas a San Martín para que entrara a Lima. San Martin les pide invitación oficial, celebración de cabildo en que se jurara la independencia.

Por su lado, La Serna sufre con las noticias sobre la liberación de los pueblos en el centro y sur del Tawantinsuyu, con su ejército de criminales decide ir a la retoma de pueblos libres mientras San Martin, conforme a lo acordado, se afana en hacer el despeje del ejército Tawantinsuyano.

San Martín, conforme a lo acordado, recibe la invitación oficial del Virrey, la invitación incluye promesa de la aristocracia invasora de celebrar cabildo real y jurar solemnemente la independencia.
San Martín, cumpliendo lo ofrecido, persuade a los combatientes andinos que tenían en cerco a Lima; les hace saber el retiro pacífico de los invasores, en señal de confianza, reemplaza el ejército invasor del cerco de Lima, con su ejército argentino chileno.

Los andinos conforme a su espíritu pacifista otorgan tregua a San Martin; con esta acción impide el ingreso del ejército tawantisuyano a Lima y terminar con la invasión criminal del occidente.

Hecho el despeje, San Martín entra a Lima, en buena amistad pasa a saludar al Gobernador colonialista MONTEMIRA con quien ultima detalles sobre la traición a la liberación nacional; finalmente en su condición de laureado traidor es alojado por la aristocracia invasora en el PALACIO DE LOS VIRREYES.
Cumpliendo lo acordado, las autoridades y la aristocracia invasora se apresuran en reunirse en cabildo colonial; en sesión reservada invasores de toda laya: Los titulados de castilla, los ostentadores de hábitos de órdenes de la caballería real, el autodenominado Tribunal del Consulado, cabeza de las familias y hordas criminales; curas doctrineros en Cabildo Eclesiástico, usurpadores de tierras, hacendados, tinterillos, mercachifleros ricos, intelectualoides colonialistas, etc., acuerdan la transferencia oficial del poder colonialista a la aristocracia mestiza y criolla, a estos acuerdos lo llaman Acta de Independencia nacional. Redactan también una proclama de independencia nacional que sería leído por San Martin.

De este modo, como estaba convenido, los criminales cumplen lo que San Martín les había pedido, redactar un Acta de Independencia y firmarla; así, este Acta fue redactada el 15 de Julio de 1,821, para firmar, los criminales hasta se disputaron el orden de la firma para fungir de hacedores de la independencia.
Para cumplir con las formalidades oficiales, como estaba acordado, la ceremonia se desarrolla exactamente igual a las grandes festividades colonialistas, la única diferencia es que el Virrey es remplazado por San Martín.

Del Palacio Virreinal salió una solemne procesión en la que estaban los catedráticos de la universidad con sus tocas doctorales, los titulados de castilla y los miembros de las órdenes militares con sus respectivos hábitos; al centro del grupo iba San Martín, flanqueado por el porta estandarte y el Conde de San Isidro, seguido por el Estado Mayor y los oficiales generales de su Ejército, la procesión iba escoltado por los mismos alabarderos del Virrey y cerraba el desfile un pelotón de húsares con sus vistosos uniformes.

Esta comitiva procesional, se detuvo en la Plaza de Armas y en otros tres puntos más, en las que se habían instalado tabladillos. Desde que San Martín hizo el acto de proclama en la plaza principal, este ritual se repitió en cada caso; desde el inicio del protocolo, días y noches del 28 y 29 de Julio, fueron de farra colonialista, comida de todo gusto, alcohol, tabaco, droga y sexo fueron el corolario de celebración de la herencia del poder. El pueblo andino en las puertas de Lima, nunca participó de la farra colonialista. De este modo, se consuma la traición a la independencia nacional y se inicia una nueva etapa de cruel dominación y explotación de los pueblos del Tawantinsuyu ahora a manos de la resaca generacional de criminales invasores.

La memoria de esta traición a los pueblos andinos y amazónicos, se celebra cada 28 de Julio como día de la independencia nacional.


Movimiento Inka

Estado mayor

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